Una foto ( Lina D'Avino)
Esta es una bailarina de flamenco que me recuerda mi adolescencia en Sevilla. Lleva un vestido de lunares rojo y blanco, zapatos negros con tacón, unas rosas rojas en el pelo negro atado en un moño.
Esta fue la primera vez que vi un espectáculo de flamenco en vivo. Me encontraba en este local de Sevilla con unas amigas, muchachitas como yo. Estábamos charlando delante de un vaso de sangría, cuando vi a esta mujer ir al centro de la sala con una mirada felina. Empezó a moverse al ritmo de palmaditas y taconazos con una sensualidad refinada, sentía la energía de sus manos y de su rostro. Fue entonces que me enamoré del flamenco y hize de él el compañero de mi vida.
Esta fue la primera vez que vi un espectáculo de flamenco en vivo. Me encontraba en este local de Sevilla con unas amigas, muchachitas como yo. Estábamos charlando delante de un vaso de sangría, cuando vi a esta mujer ir al centro de la sala con una mirada felina. Empezó a moverse al ritmo de palmaditas y taconazos con una sensualidad refinada, sentía la energía de sus manos y de su rostro. Fue entonces que me enamoré del flamenco y hize de él el compañero de mi vida.
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